El postre semifrío es una combinación de colores, sabores y texturas, que se presenta en formas muy diversas dependiendo del molde elegido. Son ideales para el armado de mesas dulces, la decoración en buffets, el servicio del té y, acompañados por salsas, se convierten en postres emplatados. El semifrío comprende cualquier elaboración pastelera cuya conservación y presentación deba realizarse a temperaturas de frío positivo, normalmente entre los 4 y 10 °C. Suelen estar protagonizados por mousses y cremosos con una base de bizcocho, con interiores de fruta o crujiente, y otros elementos exteriores a modo de cubierta o decoración. Por sus ingredientes y texturas gelificadas parcialmente, se consumen fríos pero no helados. Los semifríos se deben congelar para poder manipularlos, pero su servicio no debe ser nunca helado, sino atemperado. Con el molde de silicona Dos Lembas para semifrío STRATUS, podés hacer una torta de 1 litro de volumen. En el packaging hay una receta fácil para hacer una mousse de frutilla. Luego, podés decorarla realizando el efecto aterciopelado con mantecas de cacao o aplicándole el famoso baño espejo, que es la última moda en repostería.
